miércoles, 3 de octubre de 2007

Tú eres como una puñalada

Tú eres como una apuñalada
cuando al fondo despiertas
y hablas en mí como la arena
que entre mis dedos escapa.

Tempranamente temprana,
en el doble filo una hoguera
-ardiente y más tarde tibieza-
inunda al hombre y lo alza.


Tú caes del viento pálida,
tan blanca niña, tan morena,
tan afilada y tan serena
necesariamente, y tan agua.

A tus febriles labios enlabias
los míos con sutil delicadeza
¿qué en el yugo de la fiereza
si somos cristal y palabras?

Profundamente en la ventana,
fatigados de tanta aspereza,
sin cuerpos, llega la tristeza,
y tras vidrios el mar nos salva.

..samudras..

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